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LA PIEL DEL TOMATE SE TRANSFORMA EN PLÁSTICO

tomates-pielInvestigadores del Instituto de Ciencias Materiales de Sevilla (CSIC-US) y de la Universidad de Málaga (UMA) han creado un plástico biodegradable a partir de la piel de tomate con aplicaciones en el campo de la alimentación y salud.

Los científicos tomaron como referencia el componente principal de la
epidermis de la piel de este fruto, un biopoliéster denominado cutina que constituye la matriz de la capa cuticular que recubre la superficie de las hojas, tallos no lignificados y frutos de las plantas superiores. La función principal de este biopolímero es preservar la pérdida de agua desde el interior celular y actuar como interfase entre la planta y el medio externo.

José Jesús Benítez Jiménez, responsable del proyecto, asegura que "la cutina se contempla como un producto biocompatible, biodegradable y no tóxico que la propia naturaleza emplea como capa protectora de frutos y hojas, y, por tanto, susceptible de ser adaptado artificialmente y empleado como material comercial para el envasado de alimentos".

El material plástico resultante es viscoelástico, con un grosor "a la carta" y de color anaranjado. Es inocuo y biodegradable y su durabilidad es la misma que la de la piel del fruto. En la actualidad se estan realizando pruebas mecánicas, de resistencia, elasticidad, transparencia y opacidad. Además, la materia prima es gratis, puesto que son desechos de la industria alimentaria. 


MATERIAL QUE HACE INVISIBLE LOS OBJETOS

invisible-materialCientíficos de la Universidad St Andrews (Escocia) han desarrollado un nuevo material flexible e inteligente llamado Metaflex que permite manipular el comportamiento de la luz, y que podría acercarnos un paso más al ansiado sueño de crear un traje de invisibilidad.

El Metaflex es un meta-material, es decir, un material creado artificialmente que presenta propiedades electromagnéticas inusuales, que dependen de la estructura diseñada y no de su composición. En concreto, el nuevo meta-material está compuesto de meta-atómos capaces de desligarse de una superficie rígida. Los autores predicen que la agrupación de estos meta-átomos, lo suficientemente pequeños para interactuar con la luz visible, crea un material flexible e independiente.

Las aplicaciones del Metaflex no se limitan a fabricar prendas inteligentes que nos oculten a la vista de los demás. También podrían utilizarse para desarrollar superlentes de contacto desechables que proporcionarían una visión casi perfecta.